Mezquita
de Córdoba

Historia de la Mezquita de Córdoba

En el año 756, Abd al-Rahman I (último descendiente vivo de la dinastía omeya) fundó el Emirato independiente de Córdoba, proclamándose Emir y fundando una entidad política independiente del califato abasí de Bagdad. Tras ello, unificó prácticamente la totalidad de la península bajo su mandato y convirtió a Córdoba en la capital más importante del mundo conocido.

En aquel momento, la ciudad de Córdoba contaba con todos los recursos e infraestructuras de una urbe en auge, además de estar en una cuenca muy fértil a orillas del rio Guadalquivir. Para el año 929, cuando se proclama el Califato de Córdoba, la ciudad alcanzó su máximo apogeo con medio millón de habitantes.

Según los registros de la época, la construcción de la Mezquita de Córdoba se inicia en el año 784. Se construyó sobre lo que anteriormente había sido la  Basílica de San Vicente Mártir. Al parecer, Abd al-Rahman I llegó a un acuerdo con los cristianos de la ciudad para compartir el espacio bajo un sistema de horarios. Hasta la conquista de los reinos cristianos, la Mezquita sufrió diferentes transformaciones y ampliaciones hasta llegar a ser la segunda mezquita más grande del mundo, solo por detrás de la de La Meca. En el año 1238, tras la conquista castellana, se consagra como catedral cristiana.

Partes de la Mezquita de Córdoba

La Mezquita originalmente poseía un tamaño más reducido al que podemos apreciar en la actualidad, las ampliaciones de época cristiana y más recientes han transformado principalmente su entorno.

La Mezquita de Córdoba constaba de dos zonas diferenciadas apreciables en la actualidad. Por un lado, el actual patio de los naranjos (antiguo patio de abluciones califal o shan ), en el que se situaba el alminar (actualmente bajo la torre campanario renacentista). Por otro lado, la sala de oración o haram (interior), que destaca por ser un verdadero «bosque» de columnas y coloridos arcos.

Una de las grandes peculiaridades de esta mezquita es que está orientada hacia el sur, mientras que la Meca (lugar hacia el que los musulmanes deben de dirigir sus oraciones) se encuentra hacia el sureste. Esta particularidad se ha apreciado en otras mezquitas peninsulares y de Marruecos.

El antiguo Alminar y la Torre del Campanario

Durante el gobierno del emir Hisham I se construyó un primer alminar, que fue derribado y reconstruido por Abd al-Rahman III. En aquel momento, esta construcción cuya función era la de llamar al rezo a la población musulmana, llegó a alcanzar los 47 metros de altura.

Con la conquista castellana y la conversión de la mezquita en catedral cristiana el alminar pasa a ser la Torre del Campanario. Los restos de la construcción musulmana se cree que quedaron embutidos en la torre cristiana, aunque se conservan diferentes dibujos de la época que recrean como fue el imponente alminar de Abd al-Rahman III.

De la impresionante Torre del Campanario destaca la linterna (parte más alta) coronada con una cúpula, donde se encuentra una gran escultura del arcángel Rafael.

Patio de los naranjos

El patio de los naranjos era originalmente lo que se conoce como patio de abluciones, un espacio en el que los fieles se aseaban o lavaban (ablución) antes de entrar al interior de la mezquita para rezar. También, era un lugar de gran importancia social, donde se enseñaba el Corán o realizaban juicios. A su vez,  el patio o shan es un espacio que representa «el paraíso» en la tierra.

Con la conquista castellana este lugar pierde su propósito inicial y pasa a ser un jardín principal. El elemento más representativo a día de hoy, los naranjos, serían plantados en torno al siglo XVI.

El Bosque de columnas

Probablemente una de las cuestiones que más llama la atención de la Mezquita de Córdoba es el denominado «bosque de columnas» de su interior. Nada más entrar la visión que se nos presenta es la de una sucesión continua de columnas y coloridos arcos unos detrás de otros. En total, este «bosque de columnas» está compuesto por 1.300 columnas de mármol, granito y jaspe sobre los que se apoyan 365 coloridos arcos de herradura.

Como curiosidad, buena parte de estas columnas no fueron construidas específicamente para la Mezquita. Ni si quiera datan de época andalusí, pues fueron realmente extraídas de algunos de los puntos con restos romanos de Córdoba o incluso de edificaciones de época visigoda.

Haram

La mayor parte del interior de la Mezquita de Córdoba estaba y está ocupada por lo que era el haram, la gran sala donde los fieles se reunían para rezar. El haram de la mezquita de Córdoba fue modificado entre los siglos VIII y X, ampliándose continuamente ante el crecimiento de la población de Córdoba, que demandaba más espacio para rezar. Abd al-Rahman I, Abd al-Rahman II y al-Hakam realizaron las principales ampliaciones del recinto.

Tras la conquista castellana de Córdoba comienza un periodo de transformaciones en la Mezquita que acabaría con el haram y su utilidad. En 1236, Fernando III de Castilla convirtió la mezquita en Catedral y la consagró a al Virgen María. Pese a que los usos cambiaron, la arquitectura no sufrió una transformación de importancia.

Los arcos de la Mezquita de Córdoba

Sin duda alguna, los arcos de la Mezquita de Córdoba son los grandes iconos de este monumento. Tanto de medio punto como de herradura, estos elementos arquitectónicos, junto con las columnas, permiten que la Mezquita de Córdoba ocupe tales dimensiones.

Los arcos del interior se encuentran superpuestos, siendo el de herradura el que se sitúa bajo el de medio punto. En ambos casos los materiales utilizados para su construcción fueron la piedra caliza y el ladrillo rojo. En total, son 365 los arcos que componen la Mezquita de Córdoba, siendo estos uno de los símbolos de la misma.

El muro de la quibla y el mihrab

El muro de la quibla es uno de los elementos más interesantes de la Mezquita de Córdoba. Es el lugar hacia donde miran los fieles mientras rezan, el punto que marca la orientación y donde se encuentra el mihrab, un espacio en forma de nicho semicircular que debe estar orientado hacia La Meca.

Una de las curiosidades más interesantes de la quibla es que “no está orientada hacia la Meca”. Supuestamente, la orientación se inspiró en los planos originales de la ciudad, por lo cual los arquitectos decidieron seguir con la misma orientación.

Por su parte, el mihrab es el lugar más sagrado de la mezquita, tiene forma de planta heptagonal y se cubre por una bóveda octogonal. La portada está engalanada por un arco de herradura peraltado con una decoración espectacular de mosaicos con formas geométricas y de vegetales que citan algunos versículos del Corán.

El paso de Mezquita a Catedral

Con la conquista castellana de Córdoba la Mezquita deja de ser usada para el culto musulmán. Fernando III de Castilla convirtió el recinto en Catedral y lo consagró a la Virgen María. Durante un primer momento no se realizaron transformaciones en la arquitectura del monumento, las grandes alteraciones tuvieron lugar entre los siglos XVI y XVIII.

La mayor transformación tuvo lugar a lo largo del siglo XVI, cuando se levantó una gran nave cristiana en mitad de la Mezquita conformando una nueva Capilla Mayor bajo los parámetros renacentistas. Para que se pudiese realizar esta construcción el emperador Carlos V tuvo que interceder ante el rechazo de concejo municipal de Córdoba, que no aceptaba la intención del obispo Alonso Manrique. En este mismo siglo se construirían además de diversas capillas el retablo manierista de la capilla mayor diseñado por Alonso Matías.

El coro se levantaría un siglo más tarde. El conjunto fue realizado por Pedro Duque Cornejo entre los años 1748 y 1757 y su material principal es la madera de caoba. Destaca por encima de todo la representación de la Ascensión de Jesús que lo remata.

Comprar entradas para la Mezquita de Córdoba

Para poder visitar esta espectacular joya cordobesa es necesario que compres tus entradas con días de anticipación, dado que es uno de los recintos más emblemáticos de la ciudad andaluza y patrimonio de la humanidad ante la UNESCO.

No te quedes sin conocer este impresionante lugar único en el mundo, da un paseo por la primera mezquita construida por el primer emir de Al-Andalus y trasládate a siglos y siglos de historia.

En temporada alta, resulta casi imposible tener acceso a la Mezquita de Córdoba, debido a que es uno de los sitios que más quieren visitar los turistas, tanto españoles como extranjeros, así que, si quieres tener tu puesto seguro en el tour, adquiere tu entrada por internet con anticipación, donde podrás seleccionar la entrada sencilla o adquirir entradas para el espectáculo Alma de Córdoba.

Horario de la Mezquita de Córdoba

La Mezquita-Catedral está abierta todos los días en un horario comprendido de 10h a 18h (19h en los meses de marzo a octubre). Los días domingo y días feriados, el horario es de 8:30h a 11:30h y de 15h a 18h.

La Torre Campanario tiene un horario diferente y tour cada 30 minutos (9:30h a 13:30h y de 16h a 17:30h)

Si quieres asistir a la misa, los horarios son de lunes a sábado a las 9:30h, y los domingos a las 12h y 13:30h.